Cuando tu bebé pueda sentarse y esté preparado para ello, será el momento de empezar a darle un vaso. Este puede parecer un hito emocionante, pero a veces puede suponer un desafío. Los bebés están acostumbrados al biberón o a tomar el pecho que, además de proporcionarles nutrición, también los consuela y los calma. Por lo tanto, la transición al vaso es un proceso gradual que suele comenzar cerca de los 6 u 8 meses y debe completarse entre los 12 y 18 meses.
Es importante que utilicen el vaso porque el uso prolongado del biberón puede ocasionar problemas dentales, caries, dificultades para masticar y comer, retrasos en el habla, infecciones de oído, hábitos alimentarios poco saludables y obesidad. También es más difícil sacarle el biberón cuando el bebé ya tiene 18 meses y se resiste más al cambio. Para los bebés que han tomado el pecho, la incorporación del vaso es igual de importante. Puedes seguir amamantando a tu bebé mientras incorporas gradualmente la leche materna extraída en el vaso.
Busca un vaso liviano con asas y una abertura pequeña. No es necesario empezar con un vaso para sorber; también puedes optar por un vaso abierto. Los bebés suelen desarrollar la motricidad oral para utilizar una pajilla entre los 12 y 18 meses, pero introducirla antes puede ser útil para practicar. Quizás tengas que probar diferentes vasos hasta encontrar el que prefiera tu bebé. Recuerda que tardarán un tiempo en acostumbrarse al vaso, así que ten paciencia y ofréceselo varias veces.
Los bebés aprenden mirando, así que deja que te observe mientras bebes. Elige un momento en el que tu bebé esté despierto, alerta y no tenga mucha hambre para empezar a darle el vaso. Al principio, aprenderá y jugará, así que no esperes que beba mucho. Por seguridad y para evitar que se ahogue, asegúrate de que esté sentado erguido en una silla para comer cuando utilice el vaso. Permítele tocar y jugar con un vaso vacío y explorar el líquido de la bandeja. Deja que se lleve el vaso a la boca para explorar los sentidos.
Empieza por darle pequeñas cantidades de leche de fórmula, leche materna o agua en el vaso. Obsérvalo y guíalo mientras aprende a beber de otra manera. Al principio puede toser mientras se adapta al nuevo método. El agua puede ser más difícil de controlar porque es más liviana. Evita darle jugos, bebidas azucaradas o bebidas con electrolitos. Es posible que se ensucie un poco, ya que puede derramar líquido por la boca. Recuerda que el uso de un vaso no significa que debas dejar de darle el pecho o el biberón de inmediato. Se trata de un proceso gradual.
Una vez que tu bebé pueda beber bien del vaso, ofréceselo durante las comidas. Empieza a sustituir la lactancia o los biberones de a poco; empieza al mediodía, luego a la mañana y, por último, a la hora de acostarse. Evita que el niño se pasee con el vaso. Deja vasos en la encimera o en la mesa para que él pueda pedir algo de beber cuando lo necesite. El hecho de que lleven el vaso de un lado a otro suele provocar derrames y puede hacer que se llenen con leche y coman menos durante las comidas.
Consulta al proveedor de atención médica de tu bebé, que te proporcionará estrategias. Si notas algún problema con el uso del vaso o con la alimentación en general, habla con el proveedor de atención médica de tu bebé y pide ayuda a los especialistas en intervención temprana o a otros terapeutas de tu zona.
Side-Lying Hold
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Cross-Cradle Hold
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Clutch or “Football” Hold
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Cradle Hold
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Laid-Back Hold
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