Ya sean jugosas, crujientes, agrias o dulces, las manzanas en otoño son la forma perfecta de agasajar a la familia. Tanto si las horneas en una tarta, las cortas en rodajas para llevarlas en la lonchera como bocadillo o las usas para preparar nuestra sencilla compota, las manzanas aportan una gran cantidad de nutrientes en cada delicioso bocado. Una manzana mediana tiene solo 95 calorías y 4 gramos de fibra saciante, y, ahora que están en temporada, su sabor está en su punto álgido.
La mayor parte de las vitaminas, los minerales y la fibra de las manzanas se encuentran en la cáscara, por lo que la usaremos para preparar esta sencilla receta. Después de mezclarlas, las cáscaras cocidas prácticamente desaparecen. Las manzanas dulces y blandas, como la McIntosh y la Gala, son la mejor opción para preparar esta compota de manzana naturalmente dulce. Además, su cáscara roja le da un bonito color rosado.
